¿Cómo funciona? El sistema utiliza satélites que orbitan
alrededor de la Tierra. Al momento de activar un dispositivo con GPS, el
satélite recibe la señal y encuentra la posición del lugar, objeto o persona;
enseguida triangula y con referencia al meridiano de Greenwich manda la
longitud, la latitud y la altitud de lo que estamos buscando.
Galileo funciona como cualquier sistema de geolocalización,
pues consta de una red de satélites en órbita sobre la Tierra, con trayectorias
sincronizadas para cubrir toda la superficie. Hasta ahora, cuenta ya con 18
satélites, aunque está previsto que toda la constelación tenga hasta 30
satelites y esté completa en 2020. Puede que lo veamos como un sistema igual
que el GPS estadounidense y aunque es un
sistema muy joven, probablemente sea la alternativa a GPS.
Estas son algunas de las mejoras que ofrece Galileo frente a
GPS:
-Los satélites Galileo facilitarán conectarse a una señal
desde lugares con menor presencial satelital, como el extremo norte de Europa,
podremos actualizar la posición del dispositivo de forma más rápida y precisa
para no perdernos en ningún momento.
-Acelera las operaciones de búsqueda y rescate. Hoy en día
puede llevar horas que una señal de socorro llegue a suficientes satélites para
confirmar una posición, pero Galileo tardaría solo 10 minutos.
-Mejora la sincronización temporal en las operaciones
bancarias y financieras, las telecomunicaciones y las redes de distribución de
energía. Para que todo vaya más rápido y seguro.
-Ventajas y desventajas de los sistemas de navegación:
Ventajas:
El GPS resulta más exacto y rápido que la brújula. El GPS
nos da la posición incluso cuando no tenemos referencias visuales.
Las funciones de memoria del GPS nos permite grabar y
recuperar posteriormente los datos (las coordenadas de los distintos puntos de
paso, tracks, rutas, etc.) una vez en casa, podemos archivarlos para su uso posterior o compartirlos
con otras personas.
Desventajas:
El GPS cuesta más que una brújula y un altímetro. Por ello
para poder sacarle todo su provecho hay que saber leer un mapa y conocer la
terminología de la orientación: rumbo, latitud, longitud, etc.
El GPS genera un alto consumo eléctrico, con lo que las
baterías recargables se convierten en un extra imprescindible si es que no
queremos contaminar con las pilas alcalinas.